El material con mayor transversalidad que puedes encontrar en los centros de construcciones, el que es de fácil manejo para trabajarlo, de apariencia estética y que, por cierto, cuenta con innumerables cualidades, desde la transparencia, resistencia a los golpes y a los extremos cambios de temperatura, además de esto, es increíblemente fácil de instalar, puedes hacerlo tu mismo en tu propia casa.
Es claro que estamos hablando de los perfiles de policarbonato, como el excelente partido que es, también necesita ser muy cuidadoso con los detalles en su instalación, esto para evitar filtraciones que puedan terminar por dañarlo, lo elegimos a él para lograr ese lugar idílico que siempre hemos deseado, por tanto, nuestra manipulación hacia él, debe ser en extremo prolija, una cirugía perfecta.
No temas, esto suena un poco engorroso, muy sinceramente te contamos que es más fácil de lo que parece, sigue al pie de la letra estos 5 pasos y lograrás mejor de lo que pensaste.
1. Acopio
Lo primordial es saber donde y como debemos guardar el policarbonato, si o si este tiene que ser techado. No debe tener exposición directa del sol, este podría dañar la película protectora, haciéndola adherirse por completo en nuestra lámina, eso sería un daño sin reparaciones posibles y perderíamos nuestro preciado material. Evita dejarlo al aire libre, la lluvia y el polvo también lo dañarían.
La lámina protectora es una delgada capa plástica que protege las dos caras de la lámina, estas tienen letras impresas y no se retiran hasta que tengamos nuestro material, completamente instalado. La finalidad de esto, es identificarla cara que protege los perfiles de los rayos UV. Por el contrario, la lámina que no tiene la caligrafía impresa, puede ser retirada inmediatamente.
2. El corte
Antes de la instalación, el corte es crucial, para lograrlo primero debes medir y dibujar el trazo que cortaras por ambos lados, que coinciden, elige una cara y apóyate con una regla que ayudará en el cortado. Hazlo con un cutter o un cuchillo, también puedes hacerlo con una sierra diente fino (solo cuando sea un perfil de espesor menor a 16 mm)
Los desechos que dejan este corte puedes y debes retirarlos inmediatamente, usa una aspiradora (esto debido a lo fino que resultan ser los residuos) y despejamos rápido tu material de trabajo.
3. Firme
Para colocar firme y bien nuestro policarbonato, fíjate en las celdas, estas deben colocarse verticalmente para que escurra el agua, la condensación, su pendiente mínima debe ser del 10%. Cuida los perfiles, no los arrastres, un mínimo rayado podría ser nefasto y causar daños severos.
Para fijarlo, primero ponle cinta doble contacto a la estructura en la que lo instalaras, este cumplirá la tarea de fijación de la lámina, evita perforar a menos que se trate de un requisito indispensable, en este caso utiliza brocas con buenos filos y deja márgenes de expansión (10% por lo menos).
Si vas a taladrar, preocupa que sea a una distancia mayor al 3.8 mm del borde y para aplicar tornillos, que estos sean galvanizados o de acero inoxidable y no abuses al apretarlos, aquí te recomiendo usar policarbonato versión botones para atornillarlos bien.
4. Protección
A los bordes adhiere cintas de aluminio, en lo alto de la instalación y cinta ventana para la zona baja, esto va a prevenir que ingrese mugre y polvo, por otro lado, permitirá un excelente drenado de la condensación. Para ayudarte en las uniones curvas, es recomendable usar el perfil H, en policarbonato ciertamente.
5. El sellado
El más sencillo, es el curado neutro a base de alcohol o más conocido como: sellador para policarbonato. El grosor del sellado debe tener como mínimo 1 cm y jamás se debe sellar totalmente los canales o celdas.
Estos perfiles cuentan una dilatación diferente y por tanto se debe calcular la dilatación de este material con una fórmula exclusiva para ellos. Es por eso que ese ángulo en esa zona específica, pide una opinión de expertos y personalizada.
Por último, si quieres dejar completamente limpio y reluciente, bastará con que utilices una mezcla de jabón neutro, sin abrasivos ni disolventes. Para quitar las manchas, alcohol o gasolina y abundante agua para disolver. ¡Buen trabajo!
